¿Será que las metodologías ágiles continuarán siendo implementadas en el contexto organizacional?

Agile no es solo una metodología para hacer un tipo particular de software, sino más bien una revolución imparable en todos los tipos de negocios y todas las funciones comerciales.

Agile, que surgió de Lean, despegó en software después del Manifiesto ágil de 2001 y desde entonces se ha extendido a todo tipo de desafíos de gestión en todos los sectores, no sólo el software. Ahora estamos viendo a Agile en manufactura, agile en venta minorista, agile en petróleo, agile en estrategia, agile en recursos humanos, agile presupuesto, auditoría agile y cultura organizacional. No es mucho decir que “Agile se está comiendo el mundo”.

Agile surgió como respuesta al cambio masivo y rápido, la complejidad creciente y el cambio de poder en el mercado del productor al consumidor.

El movimiento agile se extendió por todo el mundo porque permitió la mejora continua con una ejecución disciplinada, un desafío que la gestión burocrática del siglo XX, también conocida en el desarrollo de software como “cascada”, no había podido lograr. 

Agile ha seguido evolucionando. Comenzó primero como una mejor manera de ejecutar un solo equipo pequeño, luego varios equipos, luego muchos equipos y luego como una mejor manera de administrar organizaciones enteras. En efecto, permite la agilidad empresarial. 

En los primero años posteriores al Manifiesto ágil, la metodología ágil más destacada fue Scrum, con su enfoque en equipos pequeños y auto-organizados, trabajando en ciclos cortos, bajo la guía de un propietario del producto, la voz del cliente y un Scrum master, una especie de entrenador para el equipo, que ayudó a identificar y eliminar impedimentos. Sus procesos incluyeron standups diarios y retrospectivas con comentarios de los clientes ( o sus representantes) al final de cada ciclo corto. 

La mentalidad ágil 

Con el tiempo, surgieron otras metodologías y enfoques dentro del amplio ámbito de agile. Más importante aún, se hizo cada vez más claro que Agile, cuando se implementaba con éxito, era más una mentalidad que una metodología.

Cuando la mentalidad ágil estaba presente, surgieron beneficios casi independientemente de qué proceso o metodología se implementará.

 Cuando la mentalidad ágil estaba ausente, apenas importaba qué metodología, proceso o sistema se estaba utilizando: pocos, si alguno, beneficios siguieron. 

Al mismo tiempo, la agilidad empresarial no es un viaje, sino un destino. Ágil mismo continúa evolucionando. Hace un década, la emisión de actualizaciones cada tres semanas, en lugar de cada tres años, fue un gran progreso. Hoy, muchas empresas son capaces de emitir múltiples actualizaciones todos los días. 

¿Cómo entender el significado real de agile? 

Con el tiempo, se han realizado progresos para aclarar los elementos esenciales de Agile, particularmente la naturaleza de la mentalidad agile, que comprende principalmente los siguientes aspectos:

  • Una obsesión por entregar valor a los clientes como el todo y fin de la organización
  • Una presunción de que todo el trabajo lo llevarán a cabo pequeños equipos autoorganizados, trabajando en ciclos cortos y enfocados en entregar valor a los clientes, y 
  • Un esfuerzo continuo para eliminar la burocracia y la jerarquía de arriba hacia abajo para que la empresa opere como una red interactiva de equipos, todos enfocados en trabajar juntos para ofrecer un valor creciente a los clientes. 

En PETI Soluciones Productivas sabemos que el cambio proviene de la generación de conexiones y las conversaciones honestas; las cuales son promovidas desde la adopción de marcos de trabajo ágil y la gestión del cambio, trayendo el Agilismo Organizacional. Conoce más sobre nuestros marcos de trabajo ágiles y empieza a gestionar el cambio en tu organización ahora.

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