Las metodologías agiles están conformadas por marcos de trabajo de diversa índole que se centran en diferentes sectores laborales, con el fin de poder desarrollar ideas en cortos periodos de tiempo, o conocidos también como sprints, permitiendo de esta manera alcanzar proyectos más viables que generan un valor agregado mas temprano a las partes interesadas del proyecto.
El Agilísimo trae consigo diversas ventajas, como la verificación de que el producto o servicio si cumpla y atienda las necesidades del cliente, ya que el Agilismo se centra principalmente en los usuarios finales.
Lo primordial para una empresa es el resultado final, lo que produce resultados, lo cual hace que la velocidad no sea un factor determinante para indicar la productividad. Forzar y guiar a un equipo a enfocarse solo en la velocidad sin una meta clara puede conllevar a que estos solo reparen sus errores para seguir con una velocidad constante y no con resultados favorables concretos, hallar un equilibrio entre velocidad y calidad es lo ideal para todo equipo de trabajo, estando siempre direccionados a cumplir el objetivo de la mejor manera posible.
Los siguientes son algunos consejos sobre SCRUM que se pueden aplicar para mejorar procesos ya existentes en la compañía.

1. Identificar los impedimentos:

Cuando se inicia un proceso, lo primero que hay que hacer es identificar los problemas o impedimentos que existan o puedan aparecer en el camino y darles solución para que conforme avance el proyecto estos ya estén controlados o no representen un obstáculo, así habrá menos pérdida de tiempo. Se recomienda hacerlo para las actividades grupales e individuales.

2. Equipos pequeños:

Entre menor tamaño tengan los equipos, será poco probable que se pierda información, cosa que sucede con los grandes grupos de trabajo. La buena comunicación ayudará a que sean más ágiles. Además se debe cuidar la rotación de los integrantes, cambiar constantemente significan curvas de aprendizaje que podría volver los procesos mas lentos.

3. Reuniones diarias:

Las reuniones diarias tienen la característica de ser cortas, estas no suele pasar de 15 minutos, tiempo justo para que todos conozcan los progresos. Se recomienda prepararse antes de la reunión, tener en cuenta lo que hizo el día anterior y lo que se debe hacer hoy. Si algún tema no involucra a todo el equipo, que no sea parte de la junta.

4. Mejoras continuas:

La naturaleza del agilismo se basa en mejoras continuas, por lo cual se debe llevar a los distintos niveles. Se puede comenzar con pequeñas acciones, algo fácil de hacer en un sprint que no llevará mucho tiempo. En la reunión con el equipo de trabajo, realice una lluvia de idea y sugerencias y procesa a desarrollar un plan para lograrlo.

5. Visibilizar el trabajo:

Este punto hace al equipo más responsable y consiente ante la entrega. Tener métricas y otros gráficos impresos en las paredes del sitio de trabajo también ayuda a las partes interesadas y colegas a conocer el avance.

6. Evita ser multitarea:

Cuando se comienza con una tarea y se detiene para hacer otra, se pierde tiempo porque al final regresamos a la inicial, tiene un costo invisible. Es un buen hábito limitar nuestro trabajo en progreso y centrarnos en terminar, pero esto no debe confundirse con la optimización del tiempo.

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